martes, 2 de noviembre de 2010

El III Reich musulmàn: los "germanos musulmanes"

(Publicado en este blog el 27 de julio de 2009.)
"Repetía con frecuencia un pensamiento que le había comunicado una delegación de nobles árabes, que reflejaba cómo concebía su Iglesia estatal: cuando en el siglo VIII los musulmanes trataron de avanzar hacia Europa central a través de Francia, fueron derrotados en la batalla de Poitiers. Si los árabes hubieran ganado aquella batalla, el mundo sería ahora musulmán, pues habrían impuesto a los pueblos germánicos una doctrina, propagar la fe con la espada y someter a todos los pueblos a ella, que habría estado hecha a su medida. A causa de su inferioridad racial, los conquistadores no habrían podido, a la larga, imponerse a los habitantes del norte, más vigorosos y habituados a la áspera naturaleza del terreno, por lo que no habrían sido los árabes, sino los germanos musulmanes, los que habrían encabezado el Imperio islámico mundial.
(...) Acostumbraba concluir este relato con la siguiente consideración:
- Y es que, en definitiva, tenemos la desgracia de que nuestra religión no es la mejor. ¿Por qué no será como la de los japoneses, que consideran que lo más elevado es el sacrificio por la patria? Incluso la religión musulmana habría sido mucho más adecuada para nosotros que el cristianismo, débil y tolerante".

Quien repetía con frecuencia ese pensamiento, y lo concluía con tal consideración, lo hacía tras expresar su idea de poder concretar un tipo de "Iglesia" que respondiera a sus objetivos políticos. No tomaba en serio, según quien consigna tales reflexiones, una "nueva religión del partido", pues sería un "retroceso al misticismo de la Edad Media".
De manera que de haber ganado los musulmanes la batalla de Poitiers (gracias, Charles Martel, como gracias, luego, a los Habsburgos: sino, hoy San Pedro en Roma sería -ya- la Gran Mezquita de Europa), el Reich universal sería alemán lo mismo que musulmán.
Ya habrán adivinado quien así pensaba. (Los puntos suspensivos entre paréntesis, en la cita, omiten sólo el nombre.) Adolf Hitler.
Supongo que la "delegación de nobles árabes" remite al encuentro en 1941 con el Gran Muftí de Jerusalem (un cargo nefastamente inventado por un británico en tiempos del Mandato), lo cual revelaría que la visita a Berlín del Muftí, de quien Yasser Arafat se proclamaba descendiente, fue no sólo para unirse al Führer en la Endlösung sino que la afinidad entre ambos encontró otros derroteros comunes: los de lo que hoy en día se suele denominar islamofascismo, término donde "fascismo" generaliza la inclusión en él de "nazismo".
Se constataría así la fuente conceptual, primigenia, del islamonazismo.
Lo he leído en las "Memorias" de Albert Speer.
Dos estructuras ideológicas, el Islam radical y el nazismo, que buscó el último y busca el primero lo mismo: la dominación mundial.
El propio Führer reconoció la "superioridad" ideológico-religiosa del islamismo, aunque, naturalmente, no pudo ceder en su credo de la "superioridad" germánica; por ello concedió lo de "germanos musulmanes".
A observar cómo Speer - en quien, desde luego, no se puede confiar, pero en esto no tenía por qué mentir- apunta que "repetía con frecuencia" el pensamiento de marras.
Se suele advertir que la Jihad islámica es una amenaza tan o más grande de lo que fue el nazismo.
Cierto, y es la esperanza, especialmente Occidente ha podido salvarse desde entonces y hasta hoy debido al ser más capaz en producir armas más eficientes, y por la tecnología en general. Ésta es la única "superioridad".
Pero Irán está a punto de conseguir el arma nuclear (si no es que ya la tiene), un producto de Occidente (y no nos engañemos: no vacilarían los mullahs en que mueran millones de árabes y otros musulmanes, si ese es el precio para ellos que les asegure el dominio pretendido), y quien único le sale al paso, dispuesto a evitarlo, es el mismo objetivo de aniquilación que tuvieron el Führer y el Muftí de su "delegación de nobles árabes": Israel.

2 comentarios:

Charlie Bravo dijo...

Que casualidad. Y el gran mufti que era tan cumbila de Adolf era nada mas y nada menos que el amantisimo tio (pun intended) del nunca bien ponderado Yasser Arafat.

Zoé Valdés dijo...

Querida Isis, veo que poco a poco has ido recuperando el blog, contigo no podrán, eso seguro. Pero te aconsejaría pasar a wordpress donde los blogs están más protegidos.