miércoles, 3 de noviembre de 2010

Editorial de The National Review

"Ellos no pueden decir que no fueron advertidos. Las encuestas mostraban a los independientes comenzando a darle la espalda al presidente Obama desde la primavera de 2009. En el verano, hubo fuertes manifestaciones de resistencia al plan de salud de los demòcratas. En noviembre de 2009, los demòcratas ganaron ampliamente en Virginia y New Jersey, dos estados que Obama habìa ganado el año anterior. Pocos meses después, la oposiciòn a la ley de la reforma de salud ayudò al republicano Scott Brown a ganar el asiento que Ted Kennedy habìa ocupado por décadas.
Los demòcratas tuvieron mucho tiempo para cambiar de rumbo. Por el contrario, decidieron que las gentes podìan ser fàcilmente confundidas. La economìa débil y las previas victorias demòcratas significaban que los republicanos podìan hacerlo bien en esta elecciòn, especialmente en la Càmara. Pero fue la obstinaciòn de los demòcratas la que convirtiò a una derrota en un fiasco. Los republicanos tomaron control de la Càmara, derrotaron a pesos pesados de los Liberals como al senador Russ Feingold de Wisconsin, y recogieron legislaciones de gobierno y de estado. La Càmara tendrà ahora màs republicanos que en cualquier año desde los 40.
Los republicanos merecen algùn crédito por su propio éxito. La temprana popularidad del presidente no les impidiò oponerse al plan del stimulus, y rechazaron los argumentos superficiales de cooperar con los demòcratas para extender el control del gobierno en el sistema de salud. En breve, ellos se negaron a ser aquiescentes en su ampliamente vaticinada extinciòn.
Los Tea Partiers tienen mucho de que estar orgullosos. Calificados como extremistas y racistas, tuvieron éxito en formar una coaliciòn que ganò la mayorìa de los votos, e, incidentalmente, elegiò un nùmero record de republicanos non-blancos. (El paìs tendrà ahora dos gobernadores indio-americanos, ambos conservadores republicanos.) Como cualquier movimiento polìtico, y especialmente uno nuevo, el Tea Party cometiò errores. Pero vieron la oportunidad de cambiar la direcciòn del paìs y tuvieron la fortaleza de hacerlo. Los Tea Partiers fueron indispensables para elegir a varias nuevas estrellas conservadoras, como Marco Rubio, Pat Tomey y Ron Johnson. (Los tres vienen de estados que apoyaron a Obama.) Muchos de esos que tras la elecciòn de Obama previeron una retirada de los republicanos hacia el Sur, actuaràn ahora como si hubiesen esperado esos resultados todo el tiempo. Pasaràn a advertir a los republicanos del desastre una pròxima vez. Y ciertamente existen oposiciones y advertencias que los republicanos necesitan oìr, pero no hoy, de parte nuestra.
Las advertencias màs altas que suenan ahora son las que los demòcratas, remarcablemente, todavìa se niegan a escuchar. Ellos continùan pensando que las gentes recuperaràn el buen sentido, y que la resurgencia republicana de los dos ùltimos años demostrarà ser una aberraciòn total. Para los republicanos, ese hecho es un presagio mucho mejor para 2012 que cualquiera de los resultados de la elecciòn del martes."

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Isis , mira cuan interesante este material .Saludos .

http://www.youtube.com/watch?v=JDMxqpGjAKA&feature=related

Anónimo dijo...

Osea , que la traicion va mas alla de lo imaginado. Juanita C. tenia un programa, Nixon la manipula , traicion comunista.Isis sigo buscando. Saludos .

http://www.youtube.com/watch?v=F0bS1Blt3bU&feature=related

Anónimo dijo...

Encontre esto.

http://baracuteycubano.blogspot.com/2009/11/declaraciones-de-agustin-alles-soberon.html