martes, 2 de noviembre de 2010

El fin de las luces?

(Publicado en este blog el 9 de febrero de 2010.)
Sorry si i(n)sisto una y otra vez con el juicio a Geert Wilders. Considero que es necesario, porque como "decía ayer", la prensa casi no se ocupa del asunto, que se ha confinado a la blogosfera, independiente (del poder de las élites "usual suspects"), que no es lo mismo que "alternativa".
Robert Spencer ha publicado hoy un artículo, donde expresa:
"It is not exaggerating to say that the Geert Wilders trial is a defining moment in the history of Western civilization. One would have to go back centuries to find a court case with as much significance for the future course of the free world. If the farrago of “hate” charges against Wilders stick, and he is convicted, it will herald the end of the freedom of speech in the West, as a precedent will have been set that other Western nations (urged on by the Organization of the Islamic Conference, which is the organization most responsible for the global assault on free speech) will be certain to follow. The era of enlightenment and the understanding that all human beings are endowed by their Creator with certain unalienable rights will be definitively drawing to a close, and a new darkness will descend over Europe and the free world in general. For once the precedent is established that a man can be jailed and destroyed for offending a privileged class, the idea that every human being has rights that cannot be infringed will be damaged beyond repair."
"No es exagerado decir que el juicio a Geert Wilders es un momento definitorio en la historia de la civilización occidental. Uno pudiera ir siglos atrás para encontrar un caso judicial con tanta significancia para el curso futuro del mundo libre. Si el fárrago de cargos de 'odio' contra Wilders prevalece, y es condenado, será el heraldo del fin de la libertad de expresión en Occidente, como un precedente que será establecido, el cual otras naciones occidentales (presionadas por la Organización de la Conferencia Islámica, que es la organización con más responsabilidad por este asalto global a la libertad de expresión) seguirán con certeza. La era de las Luces y el entendimiento que todos los seres humanos están dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables, vendrá definitivamente a cerrarse, y una nueva oscuridad descenderá sobre Europa y el mundo libre en general. Una vez que el precedente se establezca que un hombre puede ser encarcelado y destruido por ofender a una clase privilegiada, la idea que cada ser humano tiene derechos que no pueden ser infringidos será dañada sin reparación".
Y:
"Yet even if they do silence him, the truth will still be the truth. They will not be able to obliterate it forever. But will they be able to help initiate a long, perhaps centuries long, period of darkness and oppression in Europe and its civilizational children?
Certainly."
"No obstante, incluso si ellos lo silencian, la verdad será aún la verdad. No serán capaces de borrarla para siempre. ¿Pero serán capaces de contribuir a iniciar un largo periodo, quizás de siglos, de oscuridad y opresión en Europa y sobre sus hijos civilizados?
Ciertamente".
¿Es posible tolerar a los intolerantes?
Ya lo importante no es si nuestra civilización sobrevivirá o no, sino que no se permite decir que está siendo amenazada, so pena de ir a la cárcel.
¿Qué le sucedió a Voltaire por su anticlericalismo y su sin duda anticristianismo? Descansar en el Panteón.
Si estuvo un año (y a Wilders le piden 15 meses de prisión) encerrado en la Bastilla, fue por haber escrito una sátira contra Philippe d' Orléans.
El autor de "Traité sur la tolérance", cierto, tuvo que conocer el exilio...para ser acogido por otros países, cuyos reyes muy cristianos y "por la gracia de Dios", lo admiraban y protegieron.
Su "Dictionnaire philosophique", por ejemplo, se prohibió, y cuando alguien, inspirado por el libro, mutiló un crucifijo y fue condenado, se sintió responsable y huyó a Suiza.
Pero hoy, cuando se presenta su "Le Fanatisme ou Mahomet le Prophète", se sugiere como "justificación" a su publicación que en realidad la crítica de Voltaire en esta obra de teatro no era contra la religión musulmana sino contra la cristiana. ¡Ni qué Voltaire tuviera necesidad de ello!
La historia de los últimos más de dos siglos estaría conociendo una "curiosa" parábola: los propios resultados (antirreligiosos y tolerantes) de las Luces, llevarían a que una religión como la del Islam, con sus presupuestos intransigentes y dominadores, revierta cualquier libertad de expresión y de pensamiento.
En los tiempos pre-Luces, e incluso en éstos (como atestigua en otra manera la citada obra de Voltaire), en nombre de la religión cristiana, y de defender a los territorios donde la misma señoreaba de la amenaza conquistadora del Islam, se atacaba a éste, denunciando su barbarie.
La "muerte de Dios", que trajo la Ilustración y lo que le siguió en consecuencia, habría producido que un tal "Alá" (digo "tal" porque, por ejemplo, recientemente se estableció una polémica con los cristianos árabes, que no podían usar el término árabe "Alá" para referirse a "Dios") reclame la aplicación universal de la Sharia, por medio de la Jihad.
Si para la civilización judeocristiana, tras las Luces lo religioso pasó a ser un indicador cultural, el espíritu antirreligioso en esencia que provocó ha servido para que se entronicen, cada vez más amenazadoras, las fuerzas oscurantistas de la religión musulmana, gracias a la denominada "globalización" y a las posibilidades técnico-científicas, logro de Occidente, que la misma ofrece.
Como señalaba V.S. Naipaul, el objetivo del jihadismo actual (pues siempre ha existido desde la Hégira) es implantar la ley de Alá sirviéndose de lo logrado por una civilización muchísimo más exitosa materialmente que la suya.
Éxitos que fueron alcanzados por una libertad de expresión, interpretación y especulación filosófica, ya implícitos en el origen judeocristiano (incluso con su negación) y que las Luces propulsaron aún más.
El estruendoso fracaso material del Islam se debe al castigo inflingido a todos los que han disentido y disienten de su doctrina religiosa per se.
Una diz que civilización "que dicen que" fue "superior" a la europea, tiempo atrás, se perdió en las marismas de un aherrojamiento falsamente teológico: la "palabra de Dios" no puede ser interpretada.
Sin libertad de expresión, y de interpretación en consecuencia, se regresará desde el punto de vista político a un tiempo obsoleto, que ni siquiera la Europa "medioeval" conoció. Como tampoco la Sharia ha sido nunca estrictamente aplicada en sus países de origen.
¿Da igual que más de doscientos años atrás un Voltaire, entre otros, se hubiese desencadenado contra el cristianismo? ¿Da igual que un Baruch Spinoza (ah, se fue a refugiar en Holanda, qué coincidencia: justo por ello el país otrora de la tolerancia religiosa "tolera" hoy a los musulmanes y estaría a punto de condenar a Wilders) fuera "excomulgado" por su sinagoga?
Fueron ellos, entre otros muchos jalones, los que desbrozaron el camino hacia la libertad (menos o más ontológica), sin trabas.
Wilders no es ni un escritor ni un filósofo, sino un político que actúa sobre una herencia y, más aún, sobre una convicción instintiva.
Si ésta es finalmente vencida en el juicio por otra "convicción", de índole bárbara (o sea, extraña), que ha obtenido los necesarios aliados en nombre del multiculturalismo y del miedo, una parte decisiva de lo que ha configurado y permitido el ser de Occidente será puesta en el Index por mucho tiempo: la libertad de expresión.

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