lunes, 1 de noviembre de 2010

Asombroso pas de deux Lamrani-Yoani

{Publicado en este blog el 15 de abril de 2010.)
El principal portavoz del castrismo en Francia, Salim Lamrani, entrevista a Yoani Sánchez, lo que no es sino un largo interrogatorio.
De Lamrani, que hasta imita pasmosamente los gestos de Fidel Castro, en ese enfermizo proceso psicológico de asunción entre consciente y inconsciente de la figura que se idolatra, se dice al final de esa entrevista que es "profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne-Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée" cuando en realidad no está sino preparando una tesis de pura propaganda del régimen castrista.
Los libros (simples recopilaciones de artículos) que ha publicado han sido prologados por Noam Chomsky, Ignacio Ramonet, Gianni Minà y Nelson Mandela, conocidos castristas.
El último, “Cuba: Ce que les médias ne vous diront jamais" (Paris, Editions Estrella, 2009), justo el que prologó Nelson Mandela, fue presentado en la Embajada de Cuba en París.
En la introducción a las preguntas a las que sometió a Yoani Sánchez, Lamrani afirma:
"Un diplomático occidental, cercano a esta atípica opositora al gobierno de La Habana, había leído una serie de artículos que escribí contra Yoani Sánchez y que eran relativamente críticos. Se los enseñó a la bloguera cubana, y ésta quiso reunirse conmigo para esclarecer algunos puntos que había abordado".
Entonces, según Lamrani, ¿la iniciativa para esta entrevista partió de la bloguera?
(Dos de esos artículos "relativamente críticos" pueden leerse aquí y aquí.)
En su post "Beligerancia", Sánchez había acaso "preparado el terreno" para introducir esta "atípica" entrevista:
"Hace un par de meses tuve el gusto de hablar en un hotel habanero con un periodista extranjero que había escrito un largo artículo contra mí. La charla fue muy amena, aunque le reproché el haber redactado un texto tan extenso sin entrevistar antes al objeto de su diatriba, una persona viva y fácilmente localizable en La Habana. Después de dos horas de preguntas y respuestas, nos dimos cuenta que ambos queríamos básicamente lo mismo: un marco de respeto para nuestras ideas. Él lleva a cabo una cruzada contra los medios hegemónicos imperantes en su país y yo trato de que los cubanos puedan sacudirse el monopolio informativo estatal. Visto así, se trata de aspiraciones similares."
(Más aún, en "Beligerancia" Sánchez intenta equiparar su "diálogo" con Lamrani con el reciente intercambio entre Carlos Alberto Montaner y el cantante oficialista Silvio Rodríguez, como "si éste fue posible", por qué no el de ella con el propagandista de los Castro en Francia.)
Esa frase, "nos dimos cuenta que ambos queríamos básicamente lo mismo", es bastante infeliz.
"Él (Lamrani) lleva a cabo una cruzada contra los medios hegemónicos imperantes en su país y yo trato de que los cubanos puedan sacudirse el monopolio informativo estatal".
Ah, entonces, ¿la prensa en Francia no es libre? ¿Está controlada por el presidente Nicolas Sarkozy, y su partido, la UMP y/o la "conspiración judeo-masónica"?
La entrevista de Lamrani a la bloguera, ha sido publicada en sitios de la extrema izquierda, "anti-globalización", pro-palestinos, y anti-americanos.
Todos esos sitios son absolutamente libres, y no están sometidos a ninguna censura ni represión por parte del gobierno ni de los "medios hegemónicos imperantes": ¿cuáles son éstos en Francia?
Que yo sepa, Lamrani publica sus panfletos castristas en Francia sin el más mínimo problema, aunque sin el más mínimo éxito. ¿Esto último se debe al "monopolio informativo estatal" francés?
Hasta donde sé, también, sus artículos periodísticos son publicados en esos medios de Internet alineados con la virulencia de la extrema izquierda y sus aliados ideológicos concomitantes.
Por ejemplo, con frecuencia publica en el "Réseau Voltaire", un sitio internacional especializado en negar la realidad de los atentados del 11 de septiembre.
Pero si los grandes diarios no publican a Lamrani es porque no pueden aceptar su pura propaganda castrista, en el nombre no de la libertad de expresión sino de los principios elementales del periodismo: ¿es por ello que Lamrani tituló su último libro, "Cuba: lo que los medios de comunicación no le dirán jamás"?
Desde luego que no, esos grandes diarios no pueden reproducir las mentiras que escribe Lamrani, que son exactamente las mismas que imprime Granma.
Entre los títulos de sus artículos sobre Cuba, publicados recientemente en ese "Réseau Voltaire", se encuentran: "Los mercenarios cubanos de la Casa Blanca", “Las Damas de Blanco, mercenarias políticas", "La propaganda de Reporteros sin Fronteras contra Cuba", "Ese drama humano no tiene el sentido que se le atribuye: Zapata nunca tuvo ninguna actividad política".
Por "simpático" que pudiera ser un gran periódico o revista con el régimen cubano, no puede publicar, por decoro profesional, a Lamrani, el vocero de los Castro en Francia.
¿La "cruzada" a la que alude Sánchez que Salim Lamrani "lleva a cabo" es para que esas infamias castristas sean publicadas en, por ejemplo, "Le Monde", "Le Figaro"o "Libération"?
No, las aspiraciones de Lamrani y Sánchez no pueden ser similares, contrariamente a lo que afirma la última, quien al parecer ha caído en una trampa.

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